Por Redacción | Polaca Jarocha
Veracruz, México. – Felipe Pineda, diputado local y todavía secretario de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, no ha dejado de estar en el centro del huracán político. A días de dejar su encargo legislativo, su activismo político sigue generando polémica dentro y fuera de su distrito, donde su presencia, lejos de generar simpatías, ha encendido focos rojos entre ciudadanos y actores políticos.
Desde eventos de arranque de obra en municipios que no representa, hasta apariciones inesperadas en celebraciones sociales como fiestas de quince años en Cosamaloapan o Tezonapa, la figura del legislador ha despertado más dudas que apoyos. Pero lo más preocupante no es su constante exposición pública, sino el uso de su cargo para hacer promesas que rebasan los límites institucionales.
De acuerdo con fuentes cercanas al Congreso y a varios ayuntamientos, Pineda ha ofrecido “gestionar recursos” y “evitar problemas” con instancias fiscalizadoras como el ORFIS, la SIOP, la CAEV, la SEV, SESVER e incluso en el Congreso Federal. Estos ofrecimientos, realizados en encuentros informales con alcaldes y funcionarios municipales, han sido interpretados como intentos de tráfico de influencias bajo la cobertura de su investidura.
Un ejemplo reciente se vivió en la Jurisdicción Sanitaria de Cosamaloapan, donde durante una visita de supervisión, un grupo de trabajadores del programa “Auxiliares de la Salud” protestó por falta de pagos. Testigos aseguran que el legislador habría incentivado esta manifestación con el objetivo de debilitar a la titular del área, Mayra Janet Torres Domínguez, funcionaria que, según allegados, ha sido blanco constante de Pineda desde que accedió a su cargo legislativo.
Esta estrategia ha encendido las alarmas entre funcionarios estatales, presidentes municipales e incluso legisladores de otros distritos, quienes ven con preocupación cómo el diputado compromete decisiones, recursos e incluso agendas que no le corresponden, tensando las relaciones institucionales en una zona clave para la llamada Cuarta Transformación.
Fuentes internas aseguran que la propia gobernadora Rocío Nahle ha instruido a sus operadores a frenar cualquier tipo de promesa irresponsable o sin sustento, con el fin de no poner en riesgo la credibilidad del proyecto político en Veracruz.
Mientras tanto, Felipe Pineda continúa moviéndose en múltiples frentes, en una campaña no oficial que raya en el uso faccioso del poder, dejando la pregunta en el aire: ¿quién lo detendrá?